Sesión 11. 10/4/2025

 

En esta sesión trabajamos uno de los pilares fundamentales del contexto educativo: la relación entre la escuela y las familias. Analizamos cómo ambas partes tienen demandas y expectativas mutuas. Por parte de la escuela, se espera de las familias que mantengan una relación afectiva y efectiva con sus hijos y que colaboren en el seguimiento diario de sus aprendizajes. A su vez, las familias demandan a la escuela un trato cercano y personalizado, así como una formación de calidad para sus hijos, que sea variada y sólida.

Abordamos también los diferentes niveles de cooperación que pueden establecerse entre ambas partes:

  • Nivel 1: cooperación representativa, a través de la participación en órganos como el AMPA o el consejo escolar.

  • Nivel 2: cooperación directa, mediante entrevistas individuales o reuniones grupales.

  • Nivel 3: cooperación indirecta, como cuando una familia apoya desde casa en tareas escolares (por ejemplo, ayudando a realizar una maqueta).

Estudiamos los distintos modelos de participación de las familias:

  • Modelo experto: el profesorado dirige el proceso educativo y solo solicita apoyo puntual a las familias.

  • Modelo trasplante: el docente transfiere su experiencia a las familias, que participan parcialmente, aunque la última palabra sigue siendo del profesorado.

  • Modelo usuario: es el más centrado en la familia, que asume un rol decisivo y mayor control en la toma de decisiones. Actualmente, se apuesta por un modelo mixto, que busca el equilibrio y la complementariedad entre escuela y familia.

También se analizaron los grados de participación que pueden darse en el ámbito educativo:

  • Información, cuando la escuela comunica decisiones ya tomadas.

  • Consulta, cuando se pide la opinión de las familias sobre aspectos concretos.

  • Propuesta, donde se invita a participar en tareas específicas.

  • Delegación, cuando la familia asume la realización de una acción (como hacer los disfraces para Navidad).

  • Codecisión, en la que escuela y familia planifican y ejecutan juntas una acción, como un festival.

  • Cogestión, donde las familias intervienen desde el diseño hasta la implementación de una actividad.

  • Autogestión, cuando las familias actúan de forma autónoma respecto a la escuela.

A modo de reflexión personal, esta sesión me ha hecho tomar conciencia de que la participación de las familias en la escuela no es algo puntual ni superficial. Es un proceso complejo que puede adoptar muchas formas y que influye de manera significativa en la calidad del aprendizaje de los estudiantes.

Me ha parecido especialmente interesante ver que no hay un único modelo válido, sino que la relación ideal es la que se adapta al contexto, a las características del centro y a las necesidades de cada familia. Comprender que podemos pasar de una simple comunicación a un trabajo en cogestión o incluso autogestión es clave para fomentar una comunidad educativa cohesionada.

Como futura docente, esta sesión me ha ayudado a valorar la importancia de construir puentes de diálogo con las familias y de contar con ellas como aliadas. No se trata de ceder nuestro rol profesional, sino de enriquecernos mutuamente, poniendo siempre en el centro el bienestar y el desarrollo del alumnado. Para lograrlo, será esencial saber escuchar, proponer espacios de participación reales y mantener siempre una actitud abierta, respetuosa y colaborativa.

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